Despedimos este fin de semana romántico de San Valentín, recordando uno de los símbolos de origen aborigen de Lanzarote, quizá más representativos del amor, y a la gran mujer e insigne locera del siglo XX que los popularizó. Los famosos ‘Novios del Mojón’ de Doña Dorotea Armas Curbelo.
Estas dos figuras de barro cocido, que representan a un hombre y a una mujer con sus caracteres sexuales expuestos de forma significativa, formaban parte de un ritual de compromiso de matrimonio y símbolo también de la fertilidad en la cultura aborigen.
La locera Dorotea Armas Curbelo, nacida en Muñique en 1899, vivió y trabajó en el Camino de las Montañetas hasta el año de su fallecimiento en 1997. Dorotea desde niña aprendió de su abuela y madre la técnica del barro, recogiendo el legado y la herencia de las ceramistas de El Mojón. Este pueblo de Teguise es reconocido como uno de los centros alfareros con mayor identidad de Lanzarote. El trabajo de estas loceras permaneció anónimo hasta que, al inicio del siglo XX, la madre de Dorotea, último eslabón de esta familia de alfarería, se trasladó al vecino pueblo de Muñique.
Dorotea Armas Curbelo ha sido considerada para muchos otros ilustres y destacados alfareros y artesanos lanzaroteños, como la precursora de este oficio en la isla. Sin pretenderlo, fueron muchos sus discípulos y seguidores. Entre ellos, su propia nieta, María del Rosario Armas, el ceramista Marcial de León, o el Hijo Predilecto de Lanzarote, Juan Brito, al que se le atribuye el nombre actual de ‘Los Novios del Mojón’, con el que él reconoció –en varias entrevistas públicas– haberlos bautizado así, después de conocer a Dorotea.
Los ‘muñecos’ o ‘Novios del Volcán’, como ella los denominaba, eran utilizados por los aborígenes de Lanzarote, antes de la llegada de los europeos, para manifestar sus sentimientos y como ritual de compromiso al matrimonio. El hombre adquiría una figurita masculina, en la que sobresalían sus atributos sexuales, y se la regalaba a su prometida. Si ella aceptaba el compromiso, le ofrecía también una figurita en la que se apreciaban de manera prominente los órganos sexuales femeninos. Así, se acordaba el compromiso.
Curiosa casualidad de la vida, este pasado 14 de febrero, día de San Valentín, fue la fecha en la que hace ya dos años, el maestro artesano, agricultor, autodidacta y ceramista de Lanzarote, Juan Brito, se despidió de todos nosotros.
Sirvan estas palabras y pequeño reconocimiento para recordar, en estas fechas tan significativas, a estas dos grandes figuras de nuestra cultura e identidad. Doña Dorotea y Don Juan seguirán creando juntos allá donde estén.
Nuestro afecto y cariño, en este sentido, para las dos familias.
Bodegas Vega de Yuco
* Fuentes: Teguise | ULPGC | Artesanía Lanzarote | Memoria Digital de Lanzarote
- Digitalizaciones ULPG. Boletin Aguayro, entrevista a Dorotea en la década de los 70 (Caja Insular de Ahorros Canarias).
- Fotografía- Reportaje de TVE con entrevista a Juan Brito y Dorotea Armas.